
Los vikingos son un pueblo fascinante, pero la cultura popular ha creado falsos mitos, como la imagen de vikingos con cascos con cuernos. Esta creencia se originó en el siglo XIX, gracias a la ópera de Richard Wagner, El anillo del Nibelungo, y las ilustraciones del libro sueco La saga de Frithiof, de Gustav Malmström, en 1820. La ópera de Wagner se estrenó entre 1848 y 1874, y el pintor Carl Emil Doepler diseñó la representación de los vikingos con cascos con cuernos. Sin embargo, en 1943 se descubrió un casco vikingo íntegro, datado del siglo X, que no tiene cuernos, lo que desmintió este mito.