
Zaragoza, a 300 kilómetros de Madrid, Barcelona, Valencia y Bilbao, es un destino apetecible para disfrutar de su patrimonio histórico artístico y gastronomía. El Ternasco de Aragón es un alimento típico que destaca en la ciudad, procede de un cordero joven alimentado con leche materna, con un peso en canal entre 8 y 12,5 kilos. Se puede disfrutar en restaurantes como El Fuelle, La Flor de Lis, Tajo Bajo, Casa Pedro, Palomeque, BuleBar y El Chalet, que ofrecen recetas tradicionales y renovadas como asado al horno, lingotes de Ternasco con salsa demi-glace de moscatel y trufa, o gyozas de ternasco asado con calabaza y miel.