
Tarragona, declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO en 2000, conserva un legado arquitectónico romano que incluye un anfiteatro con vistas al mar, el Circo Romano con capacidad para 30.000 espectadores, la Torre del Pretorio, la Via del Foro Provincial de 300 metros, y restos de un templo a Júpiter bajo la Catedral de Tarragona. La ciudad también cuenta con murallas romanas, foros y acueductos, como el Acueducto de les Ferreres de 27 metros de altura y 217 metros de longitud. Se puede llegar a Tarragona en tren desde Barcelona en una hora.