
Nicolas Grollier de Servière, un inventor francés del siglo XVII, creó un gabinete de curiosidades en Lyon que incluía objetos de formas imposibles, relojes y autómatas. El gabinete fue visitado por el Rey Sol, Luis XIV, y otros príncipes y personas de alta distinción. Grollier inventó máquinas hidráulicas, puentes móviles y otros dispositivos, y su nieto publicó un libro sobre sus invenciones en 1719. El gabinete fue destruido por accidentes naturales, pero su legado como inventor y ingeniero sigue siendo recordado.