
Durante la Segunda Guerra Mundial, la Unión Soviética utilizó millones de animales en el frente, incluyendo perros antitanques, palomas mensajeras, caballos y mulas para transporte y comunicación. Se estima que más de 15.000 palomas se utilizaron para transmitir mensajes cifrados y se calcula que la Unión Soviética utilizó más de tres millones de caballos durante la guerra. Los perros antitanques fueron entrenados para correr hacia los tanques enemigos con explosivos atados al lomo, aunque su eficacia resultó cuestionable. Los gatos también se emplearon como centinelas y para controlar plagas de ratas en instalaciones militares.