
La investigadora Shana Zaia ha descubierto que los antiguos escribas mesopotámicos utilizaban el humor como herramienta pedagógica en las aulas, facilitando la memoria, la cohesión del grupo y el aprendizaje. El humor se utilizaba en contextos educativos, como en la formación de los escribas, y se encontraba en textos narrativos, proverbios, listas léxicas y documentos administrativos ficticios. El estudio se basa en análisis filológicos y teoría moderna del humor, y se ha publicado en el Journal of Near Eastern Studies en 2025.