
Un equipo de investigadores liderados por el arqueólogo Nir-Shimshon Paran descubrió un complejo religioso en el desierto de Israel, que data de los siglos VI y VII, con estructuras que incluyen un recinto con muros robustos, espacios funcionales y detalles arquitectónicos que indican su uso como un lugar religioso. El complejo también incluye una capilla pavimentada con mosaicos decorados con cruces y una inscripción en griego, tumbas, restos de lámparas, cadenas y vasijas, y una cocina con un recipiente semienterrado que probablemente funcionó como horno. Además, se encontró una instalación destinada a la producción de vino y una granja fortificada con una torre de vigilancia, datada en el mismo periodo. El hallazgo sugiere que la civilización que habitó el lugar fue abandonada hacia finales del periodo bizantino, hace más de 1.400 años.