
Un equipo de investigadores liderados por Matthew Taylor ha descubierto un instrumento musical tallado en un hueso humano en Texas, que data de hace 700 años. El instrumento, similar a un raspador, tiene 29 muescas talladas y un patrón zigzagueante grabado en el reverso. El hallazgo sugiere una conexión cultural con las antiguas civilizaciones mesoamericanas, específicamente con los omichicahuaztli, instrumentos rituales aztecas. El estudio revela que los pueblos indígenas del sur de Texas tenían una práctica ritual o musical sofisticada, y que existía un intercambio cultural o comercial con los pueblos del centro de México.