
Shane Keating, experto en oceanografía y matemáticas aplicadas de la Universidad de Nueva Gales del Sur, ha desarrollado una tecnología que utiliza inteligencia artificial y modelos oceánicos avanzados para crear rutas que aprovechan las corrientes marinas y reducen el consumo de combustible. Esto se logra mediante el uso de satélites como SWOT, que permite mapear las corrientes oceánicas con una precisión diez veces mayor que los sistemas anteriores. La tecnología ya se ha probado en más de 100 embarcaciones, demostrando ahorros de combustible de hasta un 20%. El objetivo es lograr que el transporte marítimo sea cero emisiones para 2050.