
Los telómeros son secuencias repetitivas situadas en los extremos de los cromosomas y funcionan como un reloj biológico. Con cada división celular, los telómeros se acortan, limitando la capacidad regenerativa del cuerpo humano. El cuerpo humano comprende de 20 a 30 billones de células, y cada una de ellas tiene un genoma que se ha copiado billones de veces. El acortamiento de los telómeros es una de las claves biológicas del envejecimiento. La telomerasa es una proteína que añade copias de la secuencia TTAGGG después de cada división, contrarrestando la erosión de los telómeros. Un experimento liderado por María Blasco activó la telomerasa en ratones, lo que incrementó su esperanza de vida, pero no alcanzó la inmortalidad.