Un estudio publicado en la revista Molecular Ecology encontró que los lobos ibéricos conservan hasta un 5% de su ADN de origen perruno desde hace miles de años, lo que sugiere que la hibridación con perros les ayudó a adaptarse al medio. Los investigadores analizaron el genoma de 32 lobos ibéricos y compararon los resultados con 31 lobos de Escandinavia y Rusia que no tenían mezcla con perros. Se encontraron seis genes de origen perruno que proporcionan una ventaja adaptativa exclusivamente a los lobos ibéricos, relacionados con el sistema inmune, el metabolismo de grasas y el desarrollo cerebral. La introgresión de genes de perros en lobos ibéricos ocurrió hace unos 10.200 años, lo que sugiere que la mezcla genética contribuyó a la supervivencia de los lobos ibéricos en un entorno dominado por el ser humano.