
Un equipo de investigadores liderado por Sarah R. Losso, del Museo de Zoología Comparada de la Universidad de Harvard, ha analizado 36 ejemplares de Helmetia expansa, un fósil de 500 millones de años descubierto en 1918 por Charles Doolittle Walcott. El estudio, publicado en Journal of Systematic Palaeontology, revela detalles anatómicos y comportamientos de esta criatura marina del Burgess Shale, perteneciente al grupo de los concilitérgidos. Helmetia expansa tenía un cuerpo ovalado con un caparazón en forma de hoja, espinas anterolaterales y un gran escudo posterior con espinas. Sus ojos medianos y laterales sugieren un sentido de la visión sofisticado. El fósil muestra apéndices birrámeos, indicando que caminaba por el fondo marino. El estudio también encontró glándulas digestivas emparejadas y un intestino con forma de 'J', así como estructuras similares a nervios ópticos y ganglios. Dos ejemplares capturan el proceso de muda, revelando cómo la criatura abandonaba su exoesqueleto. El análisis filogenético sugiere que Helmetia expansa forma parte de una familia conocida como Helmetiidae y que Arthroaspis bergstroemi es el miembro más basal del grupo Conciliterga.