
El camarón pistola utiliza una pinza asimétrica y reforzada para lanzar un golpe seco que expulsa agua a gran velocidad, generando una burbuja de cavitación que implosiona con un estruendo de 210 decibelios y temperaturas de hasta 5.000 grados. Este mecanismo permite al camarón dejar aturdidas o inmóviles a sus presas. La pinza se pliega en apenas 15 microsegundos y el chorro de agua expelido supera los 95 kilómetros por hora. El camarón pistola también forma alianzas con peces y vive en sociedades organizadas, con una estructura de colonia que defiende su territorio frente a intrusos con una respuesta colectiva coordinada.