
La papila incisiva es una estructura anatómica normal en la boca de los perros, que marca el punto de entrada del conducto incisivo, un canal que conecta la cavidad bucal con la cavidad nasal. Este conducto permite que ciertas sustancias químicas lleguen al órgano vomeronasal, también conocido como órgano de Jacobson, que actúa como un receptor de feromonas. La papila incisiva es visible a simple vista y su función es esencial para entender cómo los perros perciben el mundo. El órgano de Jacobson se encuentra dentro de una cápsula cartilaginosa en la base de la cavidad nasal y puede activarse cuando los perros realizan ciertos gestos de olfateo intenso o aspiraciones profundas.