
Esparta mantuvo una poderosa flota naval durante la antigüedad, con un coste estimado de 2 talentos para construir y equipar una trirreme. La flota peloponesia constituía un 40% de las naves que participaron en las batallas de Artemisio y Salamina en 480 a.C. y llegó a mantener de forma simultánea una flota de 200 trirremes y un ejército de hasta 20.000 infantes y 2.000 jinetes. El gasto mensual aproximado para mantener la maquinaria militar era de 1.760 talentos. La financiación de la flota se distribuía entre sus aliados, que aportaban barcos, marineros, alimentos o dinero. El salario de los remeros era de tres óbolos diarios en 412 a.C. y se elevó a cuatro óbolos diarios en 407-406 a.C.