
La NASA lanzó en 2024 un reto con una recompensa de 3 millones de dólares para encontrar soluciones sostenibles al problema de la basura espacial en la Luna. Durante las misiones Apollo (1969-1972), los astronautas dejaron en la superficie lunar objetos como cámaras, botas, herramientas y 96 bolsas con heces, orina y vómito. El programa Artemis busca establecer una base lunar permanente y necesita una estrategia circular para reciclar, reducir y reutilizar residuos. El LunaRecycle Challenge busca soluciones para transformar residuos humanos y materiales en productos aprovechables. La NASA colabora con la Universidad de Alabama y AI SpaceFactory para desarrollar prototipos funcionales.