
Intel, bajo el liderazgo de Lip-Bu Tan, busca ser más competitiva mediante despidos, mayor presencialidad y reducción de cargos intermedios. Se han producido 20.000 despidos y se espera que los empleados trabajen cuatro días a la semana en la oficina. El objetivo es mejorar la productividad y la eficiencia, siguiendo estrategias similares a las de Meta. Se busca eliminar niveles de complejidad y empoderar a los mejores empleados. La empresa también cambiará la forma de medir el desempeño, enfocándose en la productividad y no en el tamaño de los equipos.