
El Departamento de Justicia de Estados Unidos busca reconfigurar las reglas del juego en el sector tecnológico, con Google como objetivo principal. El DoJ argumenta que Google se beneficia de un 'círculo vicioso' al pagar miles de millones de dólares para ser el buscador por defecto en prácticamente todas partes, lo que le permite recibir más peticiones de búsqueda, mejorar sus resultados y ganar más dinero. El gobierno pide tres cosas: evitar acuerdos para colocar a Google por defecto, vender Chrome, y licenciar todos sus datos de búsqueda. Esto podría impactar de forma radical en el negocio de Google, que ha estado rastreando y organizando la información de la web durante un cuarto de siglo. La Unión Europea ha sido la tradicional némesis de las Big Tech norteamericanas, pero Estados Unidos también ha vigilado de cerca a sus grandes empresas. Elizabeth Warren, senadora y candidata presidencial en 2020, ha abogado por romper en pedazos a las grandes empresas tecnológicas americanas.