
El uso intensivo de ChatGPT ha coincidido con episodios de delirios, conspiraciones y misticismo desbordado en personas con antecedentes de salud mental inestables. Un reportaje de Rolling Stone dio voz a varios testimonios que describen cómo la IA validó sus pensamientos psicóticos. La psicóloga Erin Westgate explica que las explicaciones son poderosas, incluso si son erróneas. OpenAI ha realizado ajustes en el comportamiento de sus modelos, pero no ha emitido declaraciones sobre estos casos. Se recomienda limitar el uso de IA en personas vulnerables, educar a los usuarios sobre qué puede y qué no puede hacer un chatbot y implementar filtros o mecanismos de advertencia.