
OpenAI ha anunciado la integración oficial de ChatGPT con GitHub, lo que permite a los usuarios conectar sus repositorios, pedir explicaciones de código, generar nuevas funciones, detectar errores y mantener documentación. Esto cambia el rol del programador, que ya no se enfoca en escribir código, sino en supervisar, refactorizar y optimizar lo que la IA genera. Estudios recientes estiman que más del 60% del código generado por IA contiene errores o malas prácticas, por lo que el desarrollador humano sigue siendo clave. El nuevo perfil de programador es más parecido a un cirujano del código, que identifica los fallos, mejora lo que hay y adapta las soluciones de la IA a contextos reales y seguros.