
Un robo de cable en la línea AVE Madrid-Sevilla ha dejado a más de 6.300 viajeros varados en 18 trenes con retrasos o detenidos. El ministro de Transportes, Óscar Puente, calificó el incidente como un 'acto grave de sabotaje'. La Guardia Civil investiga el caso, que ha afectado directamente los sistemas de seguridad de la infraestructura ferroviaria. Renfe y Adif trabajan para restablecer el servicio, pero la magnitud del sabotaje plantea desafíos significativos. El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, pidió al Gobierno alternativas inmediatas para los pasajeros varados.