
El profesor Scott Galloway de la Universidad de Nueva York alerta sobre una realidad difícil de ignorar: los hombres jóvenes tienen cuatro veces más probabilidades de suicidarse, tres veces más de ser adictos y doce veces más de acabar en prisión. La situación es particularmente grave si se compara con la evolución de las mujeres jóvenes, que hoy superan a los hombres en ingresos, educación y propiedad de vivienda en varios centros urbanos de EE.UU. Galloway defiende que las mujeres se merecen cada avance logrado, pero advierte que si no se eleva también a los hombres, habrá consecuencias sociales profundas para todos. Propone una redefinición del rol masculino basada en tres pilares: proveedor, protector y procreador.