
Carlo Costanzia, padre de los condenados, rompe su silencio y asegura que la sentencia cambiará con las pruebas documentales que tienen, como los 62 mensajes donde la víctima hablaba de comprar una pistola y matar a Pietro. La víctima, Ángela Portero, había denunciado que los hijos de Carlo le dieron un machetazo que seccionó una arteria, pero Carlo argumenta que no hay evidencia de un machete y que la víctima tenía una pistola y quería matar a Pietro.