
Las fresas son una fruta porosa que absorbe pesticidas y productos químicos, por lo que es importante lavarlas bien antes de consumirlas. El Grupo de Trabajo Ambiental (EWG) las incluye en la lista de la "Docena Sucia" debido a su alto contenido de pesticidas. Para lavarlas, se recomienda no hacerlo si no se van a consumir de inmediato, ya que el agua acelera su descomposición. Se debe lavar solo las que se van a comer y secarlas suavemente con papel de cocina o un paño limpio. La mejor manera de lavarlas es con una disolución de agua y vinagre al 3%, lo que elimina casi el 49% de los residuos de pesticidas. También se pueden remojar en una mezcla de agua y vinagre blanco destilado o enjuagar con una disolución de sal o té verde. Para conservarlas, se deben guardar en un recipiente hermético sin papel de cocina, enteras y secas, en la nevera a 0°C.