
Un estudio reciente publicado en la revista BMC Neurology encontró que el estrés elevado se asocia con un mayor riesgo de accidente cerebrovascular isquémico criptogénico en adultos jóvenes. La investigación, liderada por un equipo internacional de Finlandia y Suecia, se centró en un grupo etario de 18 a 49 años y utilizó la escala PSS-14 para medir el estrés autopercibido. Los resultados mostraron que los participantes con niveles más altos de estrés tenían más del doble de riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular isquémico criptogénico en comparación con aquellos con niveles más bajos. La investigación sugiere que el estrés crónico y otras variables psicosociales deben ser consideradas como posibles contribuyentes en el desarrollo de este tipo de accidente cerebrovascular.