
Donald Trump ha ordenado reabrir y ampliar la cárcel de Alcatraz para enviar a los delincuentes más violentos de Estados Unidos. La prisión, ubicada en una isla de difícil acceso frente a San Francisco, ha estado cerrada por más de 60 años. Trump ha explicado que la idea se le ocurrió ante la frustración con los jueces que han insistido en que los deportados reciban un proceso judicial. La reapertura y ampliación de Alcatraz es una medida costosa y compleja, con un mantenimiento que costaba entre 3 y 5 millones de dólares al año. La Oficina Federal de Prisiones ha declarado que cumplirá con todas las órdenes presidenciales.