
Óscar Puente, ministro de Transportes, es criticado por su comportamiento en Twitter, donde persigue y señala a ciudadanos que ejercen su libertad de expresión, en lugar de solucionar problemas como el apagón masivo que dejó a España incomunicada. El caso de Capitán Bitcoin, un tuitero anónimo que denuncia las tropelías del Gobierno, es especialmente escandaloso. Puente utiliza los servicios públicos del Estado para desvelar identidades y amedrentar a ciudadanos. Esto representa un grave ataque a la libertad de expresión y la democracia en España.