
El apagón se produjo debido a un exceso de demanda y una primacía renovable, con un 79% de la energía generada proveniente de fuentes renovables. La demanda real superó la oferta de energía, lo que provocó el colapso. El gobierno había aumentado la exportación de energía eléctrica, lo que equivalía a la cuarta parte de la energía fotovoltaica en ese momento. Después del apagón, el gobierno redujo la cuota de energía renovable en un 37% y las exportaciones eléctricas en un 61%. La energía nuclear y el gas han ganado puntos en el mix energético.