
El Gobierno mantiene vivo el bulo de que agentes de la Guardia Civil alentaron la colocación de una bomba lapa contra Pedro Sánchez, pese a que la conversación del capitán Bonilla evidencia que temían que sicarios venezolanos atentaran contra él por investigar la corrupción del Ejecutivo. La ministra portavoz, Pilar Alegría, ha pedido que no se pierda de vista el bosque y ha subrayado que, entre los tres mil mensajes, hay una agresividad preocupante. El Gobierno no ha rectificado el bulo y ha culpado al PP de la polarización y el clima avinagrado en España.