
La Operación Spiderweb, un ataque con drones sin precedentes, ha revelado la magnitud real de los daños a las bases aéreas de Moscú. Las imágenes por satélite muestran la destrucción de al menos ocho Tu-95MS y cuatro Tu-22M3, lo que representa una pérdida significativa para la aviación rusa. El ataque, que utilizó drones avanzados con inteligencia artificial, ha marcado un punto de inflexión en la guerra y ha demostrado la vulnerabilidad de los activos más caros y valiosos del Kremlin. La operación ha obligado a Moscú a reconsiderar la postura y dispersión de sus bombarderos, reduciendo su eficacia y tiempo de respuesta.