
La presidenta del Congreso, Francina Armengol, critica al PP por utilizar el Senado para contraponer al Congreso, considerándolo un tiempo perdido. Defiende una reforma constitucional para convertir el Senado en una cámara territorial, con representación de los gobiernos autonómicos. También habla sobre la decisión de los servicios de inteligencia alemanes de considerar a la extrema derecha como una organización extremista de derecha, y defiende la frecuencia con la que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, da cuentas al Parlamento.