
La logística del combustible en España comienza en ocho refinerías repartidas por el país, donde se procesa el petróleo crudo para producir gasolina, gasóleo y otros productos. Estos productos se transportan a través de una red de 4.700 kilómetros de oleoductos, gestionada por Exolum, y se almacenan en depósitos estratégicos. Luego, los camiones cisterna recogen el combustible y lo trasladan a las estaciones de servicio. En total, se transportan entre 20 y 25 millones de toneladas de producto al año. Las estaciones de servicio en zonas remotas tienen depósitos de gran capacidad para almacenar combustible durante semanas o meses, y se planifican rutas alternativas y protocolos de emergencia para garantizar el suministro.