
A partir del 28 de junio de 2025, los cajeros automáticos en España deberán adaptarse a la Ley de Accesibilidad, lo que incluye la integración de instrucciones por voz, pantallas con alto contraste cromático, interfaces táctiles accesibles, teclados con braille y tipografías legibles. Esto afectará a los 47.000 cajeros automáticos existentes, con un coste de adaptación por unidad de entre 1.500 y 3.000 euros. Los cajeros automáticos instalados a partir del 28 de junio de 2025 deberán cumplir con la nueva normativa, mientras que los existentes tendrán hasta el 29 de junio de 2030 para adaptarse.