
El dólar estadounidense ha sido la moneda de reserva mundial desde el acuerdo de Bretton Woods en 1944, representando el 54% de las reservas internacionales a fines de 2024, según el FMI. Sin embargo, la confianza en el dólar está siendo cuestionada por la política interna de EE. UU. y el creciente peso económico de otras regiones. El euro podría estar ganando terreno, aunque enfrenta desafíos como la falta de integración fiscal y tensiones políticas internas. La Unión Europea está aumentando su protagonismo global, lo que podría inclinar la balanza hacia el euro. El término 'privilegio exorbitante' resume la paradoja de poseer la moneda de reserva, que trae beneficios como menor costo de endeudamiento, pero también implica dependencia global y desequilibrios fiscales. Valéry Giscard d'Estaing acuñó este término.