
La movilidad alternativa, que comprende carsharing, patinetes y motocicletas eléctricas, no suple al transporte tradicional en áreas urbanas. Según BeConfluence, el 48,7% de los españoles utiliza transporte público y el 39,5% utiliza vehículo propio, mientras que el 28,7% utiliza movilidad alternativa. El interés por vehículos eléctricos o híbridos ha crecido, pasando del 28,5% en 2023 al 41,8% en 2025. Las principales barreras a la adquisición de vehículos eléctricos son el alto precio, la falta de infraestructuras y las dudas sobre la autonomía. La España rural enfrenta problemas estructurales de movilidad, con un 47,6% de personas que dicen tener dificultades para acceder a un empleo por falta de transporte.