
Venecia ha activado un plan contra el turismo de masas, que incluye una tarifa de entrada de 10 euros para quienes reserven con poca antelación, aplicable durante 54 días al año, desde el 18 de abril. La medida busca desalentar el turismo desbordado y generar ingresos para la ciudad, que en 2023 ascendieron a 2,8 millones de euros. La tarifa se aplica a los visitantes de un solo día y quedan exentos quienes se alojan en hoteles o alquileres registrados. La ciudad ha conseguido evitar ser incluida en la lista de Patrimonios en Peligro de la UNESCO gracias a iniciativas como esta.