
La Ley de Vivienda ha provocado un incremento del 24% en el coste del alquiler y una disminución del 17% en la oferta de pisos en alquiler desde su entrada en vigor en 2023. Los precios de compraventa han aumentado un 16%. La ley ha llevado a miles de propietarios a retirar sus viviendas del mercado, lo que ha provocado un aumento exponencial de los precios. El número de personas que compiten por cada anuncio de alquiler ha aumentado un 79%. El PSOE ha propuesto un nuevo alza fiscal para los propietarios de segundas residencias y Socimis.