
La banca de inversión española ha perdido peso en la escena global, aportando solo el 1,2% de las comisiones mundiales en el primer trimestre, un 34% menos que en el mismo período del año anterior. En 2014, España aportaba más del 3% de las comisiones mundiales. La guerra comercial desatada por Donald Trump ha disparado la incertidumbre y ha congelado las operaciones de las empresas. Los ingresos por comisiones en la región EMEA han retrocedido un 11%, mientras que en el conjunto del mundo han avanzado un 1,85%. España sigue siendo el mercado más pequeño entre los grandes de Europa, pero tiene la ventaja de que los bancos de inversión con presencia en el país suman también la actividad en Portugal y tienen conexiones con Latinoamérica.