
La IATA prevé cerrar 2025 con beneficios de 36.000 millones de dólares, pero las cifras se sitúan por debajo de las proyecciones iniciales. La estimación de pasajeros también se ha revisado a la baja, con menos de 5.000 millones de personas transportadas. El director general de la IATA, Willie Walsh, subrayó que los ingresos no alcanzarán el billón de dólares anunciado en diciembre, quedando en torno a los 979.000 millones. La IATA delineó tres prioridades fundamentales: reforzar la seguridad, hacer el transporte más asequible y acelerar el compromiso ambiental del sector. La seguridad es crucial, con siete accidentes mortales en 40,6 millones de vuelos en 2024. La accesibilidad también es importante, con un coste real de los billetes de avión que ha caído un 40% en la última década. La sostenibilidad es el mayor reto, con la producción de combustible sostenible que no llega ni al 1% de la demanda actual.