
China produce el 70% de las tierras raras que se distribuyen en el mercado mundial y controla el 90% de la industria del procesado. El país refina el 99% de las tierras raras pesadas del planeta. La estrategia de China se basa en una fuerte inversión en educación, con 39 programas universitarios de química especializados en tierras raras, lo que les da una gran ventaja sobre otros países como EEUU, que no ofrece programas especializados en este ámbito. La Unión Europea busca autoabastecerse de al menos el 10% de las tierras raras que necesita para 2030, pero enfrenta dificultades para lograrlo. Jens Eskelund, presidente de la Cámara de Comercio de la Unión Europea en China, afirma que las aprobaciones para evitar paradas en la producción son insuficientes.