
El Tribunal Supremo ha anulado la decisión de una empresa que obligaba a sus empleados a trabajar los sábados y domingos, pese a que el contrato reflejaba una jornada de lunes a domingo. La empresa Konecta Servicios de BPO había comunicado a sus 42 empleados que debían empezar a trabajar los fines de semana por necesidades de servicio. El sindicato CGT presentó una demanda por conflicto colectivo y el Tribunal Supremo dio la razón a los trabajadores. Además, el Consejo de Ministros ha aprobado el anteproyecto de ley que reduce la jornada laboral máxima en España a 37,5 horas semanales sin afectar el salario de los trabajadores.