
El Consejo de Ministros ha aprobado un anteproyecto de ley que reduce la jornada laboral a 37,5 horas semanales sin pérdida salarial. Esto afectará a todos los trabajadores, independientemente de su contrato. Los contratos a tiempo parcial de 37,5 o más horas pasarán a ser contratos a jornada completa. Los trabajadores con jornada reducida podrán mantener su horario actual o adaptarlo a la nueva jornada legal. El Gobierno impondrá sanciones económicas de hasta 10.000 euros a las empresas que incumplan esta reducción.