
Un egiptólogo francés, Jean-Guillaume Olette-Pelletier, ha descubierto siete mensajes ocultos en el obelisco de la Concordia en París, que datan de más de 3.000 años. Estos mensajes forman parte de una estrategia de propaganda tridimensional que reescribe lo que se sabía sobre Ramsés II y su obsesión por la legitimidad divina. El obelisco fue concebido como un sistema de comunicación sofisticado, donde los jeroglíficos no solo forman palabras, sino también frases que dependen de la posición del observador para ser leídas. Los hallazgos de Olette-Pelletier revelan que el obelisco fue diseñado para ser visto desde ciertos ángulos y que solo los iniciados en la élite sacerdotal del antiguo Egipto podían entender los mensajes crípticos.