
La orquideomanía, también conocida como orchidelirium, se refiere al período de euforia y obsesión por el cultivo y colección de orquídeas exóticas que se apoderó de las clases acomodadas de Europa durante los siglos XVIII y XIX. El interés europeo por las orquídeas se despertó en 1731, y en 1818, el naturalista William Swainson envió desde Brasil a Londres una colección de plantas que desencadenó la fiebre por descubrir y poseer orquídeas de todo el mundo. La pasión por estas flores llegó a extremos que incluso se organizaban eventos sociales para celebrar la floración de estas plantas, y las noticias sobre nuevas especies o floraciones llenaban las portadas de los principales periódicos de la época. La fiebre por conseguir las orquídeas más preciosas llevó a muchos cazadores y exploradores a regiones lejanas, y se registraron casos de sabotaje deliberado y explotación de comunidades locales. El declive de la orquideomanía se produjo en el siglo XX debido a factores como el alto costo de mantener invernaderos y la creciente conciencia sobre la conservación de la naturaleza.