
La tumba de Tutankamón, descubierta en 1922 por Howard Carter, sigue siendo fuente de sorpresas. Un estudio liderado por el Dr. Nicholas Brown de la Universidad de Yale ha revelado que objetos como platos de barro y bastones de madera tienen un significado ritual profundo en el contexto del «rito funerario osirio». Estos objetos, fabricados con barro del río Nilo, habrían servido para verter agua pura como parte de las libaciones dedicadas al dios Osiris. El estudio sugiere que Tutankamón pudo haber sido precursor en incorporar el ritual del «Despertar de Osiris», lo que plantea interrogantes sobre el origen y la evolución de estas prácticas funerarias.