
En Tikal, Guatemala, se ha descubierto un altar pintado que revela la influencia de Teotihuacán, una civilización extranjera que alteró el destino de los mayas. El altar, datado en el siglo IV d.C., muestra un personaje con características de Teotihuacán y fue creado por artistas formados en la metrópolis mexicana. El hallazgo sugiere una relación política, cultural y posiblemente militar entre ambas civilizaciones. El altar fue encontrado en una zona residencial del sur de Tikal y presenta técnicas y estilos propios de Teotihuacán. La presencia de entierros infantiles y artefactos de obsidiana verde también indica una influencia teotihuacana. El descubrimiento cambia lo que se sabía sobre los contactos entre Tikal y Teotihuacán.