
Batman siempre cumple con su regla de no matar, incluso cuando la villana Asema secuestra a Joe Chill, el asesino de sus padres, y lo encierra en un incendio. Bruce Wayne decide rescatarlo y llevarlo a una ambulancia, demostrando que su compasión es absoluta. La versión de los cómics es la que marca el canon de DC, aunque en Batman Begins, el murciélago dejó morir a Ra’s al Ghul. La flexibilidad de la norma de no matar varía dependiendo del universo, pero es claro que nadie morirá por un acto directo de Batman.