
Un equipo de investigadores liderado por Shai Halevi ha descubierto decenas de grafitis medievales ocultos en el Cenáculo de Jerusalén, donde Jesús celebró la Última Cena. Utilizando tecnología de vanguardia como la fotografía multiespectral y el escaneo por RTI, han podido leer y documentar inscripciones que habían permanecido invisibles durante más de 500 años. Se han identificado más de 30 inscripciones y 9 dibujos que abarcan desde el siglo XIV hasta el XVI, incluyendo nombres ilustres como Adrian von Bubenberg y Johannes Poloner. Las inscripciones están en diferentes idiomas, incluyendo árabe, armenio, latín y cirílico, y algunos dibujos muestran símbolos como un escorpión sufí y un pan tradicional de Jerusalén.