
Josephine Baker nació el 3 de junio de 1906 en Misuri, Estados Unidos, en una familia afroamericana empobrecida. Sufrió maltrato y abusos en su infancia y comenzó a trabajar a los 13 años. Se casó dos veces y se separó en ambas ocasiones. Luego se mudó a Broadway y conoció a Donald J. Reagan, quien la llevó a París para un espectáculo con un salario de 250 dólares semanales. Allí se convirtió en estrella con el show La Revue Nègre y utilizó estereotipos raciales en sus actuaciones. En 1935 regresó a Estados Unidos, pero fue rechazada por su color de piel y regresó a Francia, donde adoptó la nacionalidad gala. Durante la Segunda Guerra Mundial, trabajó como espía para la inteligencia francesa y acumuló información relevante en embajadas y casas de clase poderosa. Tras la guerra, regresó a Estados Unidos y participó en la marcha de Martin Luther King en 1963. Su salud empeoró y recibió ayuda de Grace Kelly, quien la llevó a Mónaco. Allí regresó a los escenarios con el espectáculo Bobino, pero murió unos días después. En 2021, se convirtió en la primera mujer negra en ser enterrada simbólicamente en el Panteón de París.