
Un equipo de arqueólogos ha descubierto una tumba monumental en Abidos, Egipto, que data de 3600 años de antigüedad y podría pertenecer a un faraón desconocido. La tumba, encontrada a 7 metros bajo tierra, es más grande y compleja que otras estructuras similares en la zona. Aunque el nombre del faraón no se ha conservado, se han encontrado decoraciones pintadas con imágenes de Isis y Neftis, y fragmentos de textos jeroglíficos que sugieren que el faraón podría ser Senaiib o Paentjeni. El descubrimiento obliga a revisar la historia oficial de Egipto y plantea preguntas sobre una dinastía olvidada que podría haber tenido un papel importante en la transición entre dinastías.